¿Conoces las fases del tabaquismo?

Hoy en día el tabaquismo constituye una problemática socio sanitaria la cual es comparable con las epidemias más dañinas conocidas, datos como que 4 millones de personas mueren cada año como consecuencia del tabaco, o que la perdida media de años de vida por el tabaco es de 16 años.
La conducta de fumar se adquiere durante el largo proceso de aprendizaje que comienza prácticamente desde el nacimiento, y del que se han descrito 4 fases diferentes:

1. Preparación: tiene lugar desde el nacimiento hasta los siete años. A través de la observación de los modelos adultos fumadores, el niño va adquiriendo la información necesaria para poder llevar a cabo en un futuro este confortamiento. Si el ambiente que rodea al niño es fumador va a facilitar la adquisición del habito.
2. Iniciación/ experimentación: los factores que determinan el inicio en el consumo son la observación repetida de la conducta del adulto y la curiosidad de experimentar los efectos físicos provocados por el cigarrillo. Además el joven busca con esta conducta su aceptación dentro del grupo de iguales. En esta fase también interviene la publicidad y difusión de los productos del tabaco así como la permisividad y tolerancia de las legislaciones con respecto a la elaboración, comercialización, publicidad y utilización del tabaco. 
3. Habituación: se produce en una doble vertiente: por un lado la tolerancia física a los efectos producidos por el tabaco se va haciendo cada vez mayor, lo que permite al sujeto la ingesta de dosis superiores y aumentar la probabilidad de que se establezca la dependencia física a la nicotina. Por otro lado, las sensaciones agradables que de ellos se derivan va a ser progresivamente asociada a situaciones del entorno cotidiano, convirtiéndose el consumo de tabaco en una conducta cada vez más generalizada. 
4. Mantenimiento/ adicción: se consolida la adicción a la nicotina y si la persona se ve obligada a no fumar en periodos lo suficientemente largos se desencadena un cuadro típico de síndrome de abstinencia. 

El fumar es en resumen, una conducta mantenida por sus consecuencias inmediatas, así cada cigarrillo es reforzante.